Sergio Massa encabezó un plenario del Frente Renovador en San Martín, convocado para reforzar la tropa de dirigentes pero sin la expectativa de definir los candidatos a gobernador.

De hecho, los cinco aspirantes a suceder a Daniel Scioli tuvieron un lugar destacado en el escenario del gimnasio del Club Alemán de Villa Ballester, donde se estimó la presencia de unas 20 mil personas.

Tal como sucedió el viernes en San Fernando, esta vez también concurrió Jesús Cariglino, quien varias veces amenazó con pegar el portazo, furioso por las idas y vueltas de Massa.

El intendente anfitrión, Gastón Katopodis, dio la bienvenida para luego darle lugar a Massa, presentado como “un hijo de la clase media y de la recuperación de la democracia”.

“Me tomaba el bondi en la puerta de este club, venía a hacer deporte acá, en este lugar donde pasé la infancia”, recordó un nostálgico Massa. “No soy un heredero de la fortuna, soy hijo de la clase media laburante”, dijo en un tiro por elevación a Mauricio Macri, a quien le apuntó en varias oportunidades.

En ese sentido, sostuvo que el Frente Renovador no "es ni de izquierda ni de derecha. No queremos seguir fracturando a la Argentina”, afirmó Massa, e insistió en la idea de transitar “la avenida ancha del medio”, la frase de moda entre los massistas desde que empezó a promoverse una polarización entre el kirchnerismo y el PRO.

"Nosotros no sentimos que la Argentina tenga que dividirse en facciones. Nosotros somos la buena política. No somos un Estado que se quiere perpetuar ni los empresarios que quieren tomar le poder por asalto", aseguró después.

"Le vamos a ganar a lo que nos pongan en frente. Ya sea Juan, Pedro o Cristina. Contra todos los pronósticos somos un gran equipo que sueña con darle a la Argentina educación con calidad. Queremos escuelas desde los tres años que sirvan para educar a nuestros hijos, donde las nuevas tecnologías sean protagonistas", dijo Massa.